Por las páginas de Mientras haya bares discurren la vida, la literatura, el cine, anécdotas de personajes insólitos y reflexiones sobre el absurdo contadas con la lucidez de una mirada afilada, acostumbrada a ver mucho más allá de lo evidente.
Escritor multifacético, Juan Tallón escribe con una lógica transgresora alimentada por todos los libros subrayados a lo largo de su vida y, sobre todo, con el oficio de uno de los mejores escritores de su generación.
Desde la barra de un bar la vida toma otro sentido y Juan Tallón agita mejor que nadie las palabras sirviéndonos bien cargados tragos de la mejor literatura.
Escritor multifacético, Juan Tallón escribe con una lógica transgresora alimentada por todos los libros subrayados a lo largo de su vida y, sobre todo, con el oficio de uno de los mejores escritores de su generación.
Desde la barra de un bar la vida toma otro sentido y Juan Tallón agita mejor que nadie las palabras sirviéndonos bien cargados tragos de la mejor literatura.
Prefiero el invierno. El olor de la noche a media tarde. Ver la nieve enterrar mi coche desde la cocina. Beber vino en los trenes. Whisky. O vodka. Estoy hecho de frío. El calor me reseca la nariz y a todas horas tengo que estar esnifando. El calor me incendia los dedos. De las manos y de los pies. Y siento cómo todo arde, las sílabas, las persianas y los libros, donde guardo los últimos ahorros. “Hace tres meses guardé un billete de cien euros dentro de un libro. En ese momento acababa de leer que Sergio Pitol, en los años que ejerció de diplomático en algunos países del Este, usaba su biblioteca como caja fuerte. Tenía predilección por las obras de Molière. Me pareció un gesto tan hermoso y audaz, tan poético para estar hablando, en el fondo, de dinero, que quise imitarlo sin perder un minuto”, escribe Juan Tallón en Mientras haya bares.
____
Editorial: Circulo de Tiza 2016
Idioma: Castellano