La historia nos traslada la facilidad con que un niño puede perderse, apenas se separa de la mano de sus padres. En otros casos, el pequeño encuentra territorio hostil o tenebroso; aquí, la madre naturaleza protege y cuida a Karim como uno más de sus hijos. Régine Raymond-García escribió esta historia al volver de un viaje a Burkina Faso, fascinada por la consideración de sus habitantes hacia el árbol rojo y el baobab, por su alegría de vivir pese a las dificultades, y por sacar provecho de la naturaleza de un modo inteligenteö. Pero este cuento no se centra solo en el amparo que la naturaleza-madre ofrece al hombre; también advierte de la necesaria reciprocidad por parte del ser humano, que debe ejercer la misma protección y respeto sobre el ecosistema, para garantizar su sostenibilidad. Para la ilustradora, Vanina Starkoff, fue también como hacer un viaje por Burkina Faso, sus imágenes y su música, para sumergirse ôen esas maravillosas tierras africanasö, trabajando una paleta de colores ôsaturados, brillantes y alegresö, acrílicos sobre papel, con algunas texturas y dibujos digitales, según el estado de ánimo y las emociones por las que atravesaba Karim: amarillo y rojo para escenas donde se siente protegido, turquesas cuando se siente perdido.
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Editorial: OQO 05-2024
Idioma: Castellano