Es la historia de Silvia, estudiante de 2º año de Derecho, que ve peligrar su continuidad en la universidad debido a los cambios de última hora en los criterios académicos para la renovación de las becas. Y es también la historia de Pedro, un pescadero del Mercado de Abastos de Santiago, cuyo negocio ya vivió tiempos mejores. La repentina enfermedad de su mujer, postrada en la cama...
“Recuerdo perfectamente la primera vez que vi cocinar a mi mujer. Ella estaba nerviosa. Había ido a su casa a pedir su mano (de aquella aún se llevaba), y mientras mis padres hablaban con mis futuros suegros, yo me acerque hasta la cocina. Apoyado en el quicio de la puerta, la observé un rato sin que se diera cuenta. Estaba tan hermosa!! Igual que ahora. Aunque verla en la cama de este hospital me parte el alma.” Pedro, pescadero. “Se acabó. Se acabó todo. Los cafés con la niñas, el botellón de los jueves, las horas de biblioteca, … Hasta las clases de derecho romano creo que voy a echar de menos. Bueno, eso no. El romano no, que con lo que me costó aprobarlo … Y total para lo que me valió. Si, ya se mamá, la vida no es justa. Pero esto es una putada. Yo aprobé todo. Y ahora esto. Menuda mierda. Vale, vale, ya no hablo así. Por cierto, que bien huele. Que estás haciendo?? Silvia, estudiante Reducción del importe de las becas universitarias y endurecimiento de los requisitos académicos para la obtención o renovación de las mismas. 30 mil universitarios menos sin beca. La cuantía de las prestaciones para la dependencia desciende un 15%. El Gobierno deja de cotizar por los cuidadores familiares. Los casos considerados menos graves han sido excluidos del sistema hasta 2015. Más de 190 mil personas aguardan por unas ayudas que les corresponden. Este es el panorama general en el que se desarrolla nuestra historia. Es la historia de Silvia, estudiante de 2º año de Derecho, que ve peligrar su continuidad en la universidad debido a los cambios de última hora en los criterios académicos para la renovación de las becas. Y es también la historia de Pedro, un pescadero del Mercado de Abastos de Santiago, cuyo negocio ya vivió tiempos mejores. La repentina enfermedad de su mujer, postrada en la cama por causa de un ictus, hace que todo su mundo se venga abajo. El restaurante ABASTOS 2.0, anexo al mercado, será el punto de unión de ambas historias. Historias a las que no faltarán la solidaridad, las ganas de luchar y unos exquisitos platos que reparten felicidad tanto entre quienes los degustan, como entre quienes los preparan.
“Recuerdo perfectamente la primera vez que vi cocinar a mi mujer. Ella estaba nerviosa. Había ido a su casa a pedir su mano (de aquella aún se llevaba), y mientras mis padres hablaban con mis futuros suegros, yo me acerque hasta la cocina. Apoyado en el quicio de la puerta, la observé un rato sin que se diera cuenta. Estaba tan hermosa!! Igual que ahora. Aunque verla en la cama de este hospital me parte el alma.” Pedro, pescadero. “Se acabó. Se acabó todo. Los cafés con la niñas, el botellón de los jueves, las horas de biblioteca, … Hasta las clases de derecho romano creo que voy a echar de menos. Bueno, eso no. El romano no, que con lo que me costó aprobarlo … Y total para lo que me valió. Si, ya se mamá, la vida no es justa. Pero esto es una putada. Yo aprobé todo. Y ahora esto. Menuda mierda. Vale, vale, ya no hablo así. Por cierto, que bien huele. Que estás haciendo?? Silvia, estudiante Reducción del importe de las becas universitarias y endurecimiento de los requisitos académicos para la obtención o renovación de las mismas. 30 mil universitarios menos sin beca. La cuantía de las prestaciones para la dependencia desciende un 15%. El Gobierno deja de cotizar por los cuidadores familiares. Los casos considerados menos graves han sido excluidos del sistema hasta 2015. Más de 190 mil personas aguardan por unas ayudas que les corresponden. Este es el panorama general en el que se desarrolla nuestra historia. Es la historia de Silvia, estudiante de 2º año de Derecho, que ve peligrar su continuidad en la universidad debido a los cambios de última hora en los criterios académicos para la renovación de las becas. Y es también la historia de Pedro, un pescadero del Mercado de Abastos de Santiago, cuyo negocio ya vivió tiempos mejores. La repentina enfermedad de su mujer, postrada en la cama por causa de un ictus, hace que todo su mundo se venga abajo. El restaurante ABASTOS 2.0, anexo al mercado, será el punto de unión de ambas historias. Historias a las que no faltarán la solidaridad, las ganas de luchar y unos exquisitos platos que reparten felicidad tanto entre quienes los degustan, como entre quienes los preparan.
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