1598 LA PESTE EN VIGO: EL SECRETO DEL RECLINATORIO DEL PRIOR
Siempre he disfrutado reconstruyendo el pasado y esta vez el azar me llevó a él. Husmeando en una almoneda próxima a la praza da Constitución, encontré a buen precio un viejo misal. Al pasar sus páginas, descubrí un pergamino plegado. Al leerlo, comprendí que era parte de un diario fechado en 1598 firmado por Gregorio Servido, prior de la Colegiata de Vigo.
El pergamino daba fe de una época aciaga en nuestra ciudad y era la primera pieza de un puzle que me llevó a Portugal. Allí, además de saber de aspectos poco conocidos de la guerra contra Napoleón, encontré la crónica más antigua de Vigo escrita por el prior de la Colegiata y guardada celosamente en un cajoncillo de su reclinatorio. El reclinatorio había salido del templo mientras duraron las obras de reconstrucción tras la explosión de un polvorín en 1813, pero nunca había regresado.
Cuando revivía con el prior los años de hambre, guerra y peste de finales del siglo XVI, me di cuenta de que yo también, en 2020, estaba siendo testigo de otra epidemia que azotaba nuestra ciudad, el coronavirus.
En el otoño de 1598, la peste hizo estragos en Vigo. Las calles estaban vacías, los mercados cerrados, y el Juez, que era como entonces se llamaba el alcalde, ordenó que nos alejáramos unos de otros. En la primavera de 2020, la consigna de las autoridades también era que nos separáramos unos de otros y los vecinos apenas salían de sus casas. Sorprendentemente, mi testimonio se parecía mucho al que había dejado escrito hace más de cuatrocientos años Gregorio Servido.
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Editorial: ELVIRA
Idioma: Castellano