Buena parte de la vida de Eduardo Blanco Amor se desarrolló en Buenos Aires, donde desplegó parte de su actividad literaria en gallego y castellano. Desde los movedizos años veinte, cuando llegó a la Argentina, tuvo el escritor orensano vocación por las pequeñas tertulias, no lo ignoraban en ninguno de los cenáculos literarios.
Buena parte de la vida de Eduardo Blanco Amor se desarrolló en Buenos Aires, donde desplegó parte de su actividad literaria en gallego y castellano. Desde los movedizos años veinte, cuando llegó a la Argentina, tuvo el escritor orensano vocación por las pequeñas tertulias, no lo ignoraban en ninguno de los cenáculos literarios. Durante más de cuarenta años, Blanco Amor residió en Buenos Aires, período del que el autor de este libro traza un panorama como receptor de recuerdos, anécdotas, personajes y ambientes que le llegan de primera mano a través de testimonios de muchos de los que convivieron con el autor de A esmorga. El diario La Nación, una de las cabeceras más prestigiosas de la República Argentina, fue vehículo para la aportación literaria de Blanco Amor, quien publicó en ese periódico una serie de crónicas de tema político y cultural. En Eduar- do Blanco Amor en Buenos Aires se recrea ese tiempo ido con la viveza e inmediatez de lo que acaba de acontecer; el médico Pérez Prado hace revivir al escritor, los lugares y las historias al aplicarles el tratamiento de su propio punto de vista, de la familiaridad respectuosa y el tono próximo, casi íntimo, de quien se alimentó de los tiempos y las azañas del mundo argentino vivido por Blanco Amor, esa cultura que no solamente está en las letras sino también en la experiencia. Antonio Pérez Prado, médico y destacada personalidad de la comunidad gallega en la República Argentina, hace en este libro, breve, pero intenso, un retrato fidedigno del escritor Eduardo Blanco Amor, uno de los grandes novelistas gallegos del siglo XX, que también pasó una parte importante de su vida en la ciudad de Buenos Aires, en donde realizó labores periodísticas en el diario La Nación.
Buena parte de la vida de Eduardo Blanco Amor se desarrolló en Buenos Aires, donde desplegó parte de su actividad literaria en gallego y castellano. Desde los movedizos años veinte, cuando llegó a la Argentina, tuvo el escritor orensano vocación por las pequeñas tertulias, no lo ignoraban en ninguno de los cenáculos literarios. Durante más de cuarenta años, Blanco Amor residió en Buenos Aires, período del que el autor de este libro traza un panorama como receptor de recuerdos, anécdotas, personajes y ambientes que le llegan de primera mano a través de testimonios de muchos de los que convivieron con el autor de A esmorga. El diario La Nación, una de las cabeceras más prestigiosas de la República Argentina, fue vehículo para la aportación literaria de Blanco Amor, quien publicó en ese periódico una serie de crónicas de tema político y cultural. En Eduar- do Blanco Amor en Buenos Aires se recrea ese tiempo ido con la viveza e inmediatez de lo que acaba de acontecer; el médico Pérez Prado hace revivir al escritor, los lugares y las historias al aplicarles el tratamiento de su propio punto de vista, de la familiaridad respectuosa y el tono próximo, casi íntimo, de quien se alimentó de los tiempos y las azañas del mundo argentino vivido por Blanco Amor, esa cultura que no solamente está en las letras sino también en la experiencia. Antonio Pérez Prado, médico y destacada personalidad de la comunidad gallega en la República Argentina, hace en este libro, breve, pero intenso, un retrato fidedigno del escritor Eduardo Blanco Amor, uno de los grandes novelistas gallegos del siglo XX, que también pasó una parte importante de su vida en la ciudad de Buenos Aires, en donde realizó labores periodísticas en el diario La Nación.
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