Narra los sucesos acaecidos en Domaio, un pequeño pueblo de Galicia, a partir de la sublevación militar contra la República. Esa Galicia de 1936 que en palabras de Calvar era entoncces “una región desgraciada, situada en la periferia de un país atrasado y poblada por gente primitiva.”
Hace ochenta años la Guerra Civil abrió una profunda falla entre los españoles. Con aquella contienda cainita como escenario, el periodista César Calvar acaba de publicar su primera novela, "Tierra de conejos", inspirada en hechos reales. Una historia intensa y dinámica que cobra fuerza con cada episodio. Un relato donde el autor explora las luces y sombras de la condición humana, construyendo una trama que atrapa al lector hasta la última página. El rencor, la traición, la venganza o las bajas pasiones entran en juego junto a la integridad, el coraje, la audacia o la solidaridad anónima. De esta forma, vapuleados por los acontecimientos, ante los que poco o nada pueden hacer, tanto el protagonista como los personajes de la novela verán marcado su destino por un conflicto bélico cuyas consecuencias perdurarán hasta nuestros días. La guerra contada desde la intrahistoria y el limitado ámbito de una aldea nos proporciona una visión certera y esclarecedora de aquel conflicto, y de cómo debió vivirse la tragedia en cada uno de los pueblos de nuestro país. Porque lo que sucede en el Domayo de Tierra de Conejos se repitió sin paliativos por toda la geografía española. La cargada atmósfera de una aldea, donde todos se conocen desde siempre, en la que el tiempo ha ido forjando amores secretos, ofensas no olvidadas, desafíos aplazados, vendettas urdidas en secreto o deudas que saldar, irán conformado el caldo de cultivo perfecto donde las hostilidades por convicciones políticas serán sustituidas por las rivalidades personales. De hecho, en la comarca donde se desarrolla la novela la guerra “duró apenas cuatro días y no hubo frentes militares. Ni trincheras, ni artillería, ni bombardeos aéreos,…” Todo lo demás fue “asesinato, crueldad e ignominia”. Excesos a los que el autor imprime un toque de ironía, cuando explica como los fusilamientos de izquierdistas eran certificados por los “nacionales” como muertes por “Parálisis cardiaca y respiratoria”.
Tierra de conejos ha sido escrita con un estilo directo, preciso y un lenguaje nítido, sin recursos superfluos. Detrás de los hechos que se relatan hay un riguroso trabajo de documentación, donde aparece el Calvar periodista. La República, como se subraya en esta novela, fue para muchos una oportunidad de progreso y justicia social. Pero los continuos choques entre adversarios políticos, la posterior insurrección militar y las brutales represalias terminaron por convertir España en “un país de huérfanos y viudas”. Por todo ello, es recomendable leer esta novela de Calvar. Por sentido y conciencia de la memoria histórica, porque no debemos aparcar en el olvido aquella guerra infausta y su siniestro epílogo. Transcurridos ochenta años, las aventuras y desventuras de los personajes de Tierra de conejos, víctimas propiciatorias de aquella Guerra Civil, reclaman su lugar entre nuestros recuerdos colectivos...
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Editorial: VitruvioIdioma: Castellano