Debut literario que surge de la unión entre vida y literatura. Ejercicio narrativo de memoria dedicado a su hija en el que la autora relata en carne propia la experiencia de una generación, la de los jóvenes que durante los años ochenta circularon por una senda en la que amor y drogas eran dos caras de la misma manera de iniciarse a la vida.
Literatura de la experiencia. Relato de no ficción. La realidad (dura, en algunos momentos brutal) impone su presencia y la autora no se arredra. Pocas historias destilan tanta sinceridad, tanta valentía, tanta honradez narrativa y tanta autenticidad como la que Xulia Alonso (A Rúa, Ourense, 1961) nos ofrece en estas páginas: relato autobiográfico de un anhelo, el de la búsqueda de la libertad y el descubrimiento inesperado del infierno. A la vez, crónica de un tiempo, la Transición, y de una generación, la que vive los estertores de la dictadura ante el horizonte nuevo y deslumbrante de las libertades. El mundo se desplegaba como una promesa arrebatada. Todos los caminos podían transitarse. Todo parecía posible. También la derrota. La irrupción de la heroína y la virulenta aparición posterior del SIDA, provocaron un feroz rechazo colectivo a los afectados, lo que castigó duramente a jóvenes que, como Nico, compañero de la autora y padre de su hija Lucía, dejaron la vida en el camino. Sólo una fuerza tuvo la capacidad de transformar una realidad tan demoledora en algo hermoso y esperanzador, donde la vida germinaba cada mañana alimentada por manantiales que nunca se secaron. No hay concesiones. El lector se adentra en un territorio difícil. Las cicatrices están ahí. Pero el texto cautiva desde la primera página porque, en verdad, es una historia de amor, narrada con la pasión irrefrenable de la vida, que continúa y se construye todos los días. Futuro Imperfecto se reedita en castellano en 2013, traducido por la propia autora, como parte del proyecto de Mar Maior. Entre los galardones que recibe cabe destacar el Premio Losada Diéguez de creación literaria en 2011, el XVII Premio Arzobispo San Clemente y el Premio Frei Martín Sarmiento en 2012. LA AUTORA DICE “Futuro imperfecto es un libro escrito en y desde la madurez emocional”. “Futuro imperfecto ha sido una liberación absoluta y total”. “Futuro imperfecto además de emociones pretende promover un espíritu crítico”. En estas y en otras tantas frases resumió Xulia Alonso la esencia de su primera obra, ante un abarrotado salón de grados de la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo, en esta intervención imprescindible en la que explica al alumnado y profesorado el proceso de gestación de un libro autobiográfico en el que Alonso se sumerge en una parte de su vida marcada por las drogas y el amor por su compañero Nico, que falleció víctima del SIDA. Xulia, a la que los médicos le dieron un año de vida hace 30 años, es seropositiva y comparte su vida con su hija y la de Nico, Lucía, la verdadera destinataria de un libro, que asegura “no se escribió para ser publicado, si no por una necesidad personal de trasladar a un soporte estable lo que tenía en la memoria y no se podía perder”. LA CRÍTICA DICE Han tenido que pasar tres décadas para que leyéramos esta historia, pero aquí está. Conmovedora, única, tan grande como la vida. No es fácil encontrar una literatura de tan intenso dolor y de tan intenso amor al mismo tiempo como la que encuentro en este Futuro imperfecto. Futuro imperfecto es una historia de muerte y enfermedad pero es sobre todo una historia de amor, de amor a un hombre, a una hija y sobre todo de amor a la vida, a la familia, a la amistad. Nada hay de morbo. Es un libro hermoso y brutal, no se me ocurren más adjetivos.
Literatura de la experiencia. Relato de no ficción. La realidad (dura, en algunos momentos brutal) impone su presencia y la autora no se arredra. Pocas historias destilan tanta sinceridad, tanta valentía, tanta honradez narrativa y tanta autenticidad como la que Xulia Alonso (A Rúa, Ourense, 1961) nos ofrece en estas páginas: relato autobiográfico de un anhelo, el de la búsqueda de la libertad y el descubrimiento inesperado del infierno. A la vez, crónica de un tiempo, la Transición, y de una generación, la que vive los estertores de la dictadura ante el horizonte nuevo y deslumbrante de las libertades. El mundo se desplegaba como una promesa arrebatada. Todos los caminos podían transitarse. Todo parecía posible. También la derrota. La irrupción de la heroína y la virulenta aparición posterior del SIDA, provocaron un feroz rechazo colectivo a los afectados, lo que castigó duramente a jóvenes que, como Nico, compañero de la autora y padre de su hija Lucía, dejaron la vida en el camino. Sólo una fuerza tuvo la capacidad de transformar una realidad tan demoledora en algo hermoso y esperanzador, donde la vida germinaba cada mañana alimentada por manantiales que nunca se secaron. No hay concesiones. El lector se adentra en un territorio difícil. Las cicatrices están ahí. Pero el texto cautiva desde la primera página porque, en verdad, es una historia de amor, narrada con la pasión irrefrenable de la vida, que continúa y se construye todos los días. Futuro Imperfecto se reedita en castellano en 2013, traducido por la propia autora, como parte del proyecto de Mar Maior. Entre los galardones que recibe cabe destacar el Premio Losada Diéguez de creación literaria en 2011, el XVII Premio Arzobispo San Clemente y el Premio Frei Martín Sarmiento en 2012. LA AUTORA DICE “Futuro imperfecto es un libro escrito en y desde la madurez emocional”. “Futuro imperfecto ha sido una liberación absoluta y total”. “Futuro imperfecto además de emociones pretende promover un espíritu crítico”. En estas y en otras tantas frases resumió Xulia Alonso la esencia de su primera obra, ante un abarrotado salón de grados de la Facultad de Filología y Traducción de la Universidad de Vigo, en esta intervención imprescindible en la que explica al alumnado y profesorado el proceso de gestación de un libro autobiográfico en el que Alonso se sumerge en una parte de su vida marcada por las drogas y el amor por su compañero Nico, que falleció víctima del SIDA. Xulia, a la que los médicos le dieron un año de vida hace 30 años, es seropositiva y comparte su vida con su hija y la de Nico, Lucía, la verdadera destinataria de un libro, que asegura “no se escribió para ser publicado, si no por una necesidad personal de trasladar a un soporte estable lo que tenía en la memoria y no se podía perder”. LA CRÍTICA DICE Han tenido que pasar tres décadas para que leyéramos esta historia, pero aquí está. Conmovedora, única, tan grande como la vida. No es fácil encontrar una literatura de tan intenso dolor y de tan intenso amor al mismo tiempo como la que encuentro en este Futuro imperfecto. Futuro imperfecto es una historia de muerte y enfermedad pero es sobre todo una historia de amor, de amor a un hombre, a una hija y sobre todo de amor a la vida, a la familia, a la amistad. Nada hay de morbo. Es un libro hermoso y brutal, no se me ocurren más adjetivos.
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